El equipo brasileño qué ganó la copa mundial de 1958 estaba compuesto, en su mayoría, por jóvenes muchachos pobres, sin ninguna instrucción formal y cuya infancia fue definida por el hambre. Su historia de superación recorrió el mundo. Además: “De la miseria a la gloria”, análisis de la situación de los futbolistas ecuatorianos con Hernán Reyes, sociólogo.